EL NIÑO Y EL MUNDO

O menino e o mundo película de Alê Abreu, Brasil, 2013

 

Un viaje lírico y onírico, que ilustra los dilemas del mundo actual bajo la mirada de un niño. Una excepcional joya de la animación actual.

 

Sinopsis

 

Un niño pequeño vive con su familia en una idílica zona rural de Brasil, hasta que su padre tiene que irse a trabajar a la ciudad. El niño decide emprender un viaje para encontrarlo, una aventura apasionante que le llevará a descubrir otro mundo controlado por la tecnología, las máquinas y los medios de comunicación. Una realidad que Cuca se mirará con sus ojos de niño, intentando sobrevivir siempre de la manera más juguetona e inocente.

 

Dossier pedagógico de CinéJeunes:  LIK en castellano. LINK en català

 

CinéJeunes es un recurso para la educación en la imagen centrada en el cine, donde  la película se convierte en objeto de reflexión . A través de juegos, imágenes fijas o simulaciones, los estudiantes vuelven al film para enriquecerse con un significado adicional. Al participar los jóvenes a través de actividades divertidas la película es más activa y requiere un trabajo de observación, deducción e interpretación.

 

 

 

El dossier realiza un análisis de la película para los tres niveles educativos Primaria, Secundaria y Bachillerato En la parte final del dossier se encuentran una serie de actividades para los distintos niveles educativos: el punto de vista, caracterización del niño, reconociendo animales, poniendo en orden la película, pistas para reconocer al personaje, la actividad económica, comparando secuencias. Así como el solucionario de las actividades.

 

Apartados del análisis de El niño y el mundo: 

  • El título. (Primaria)

El viaje interior que inicia el niño protagonista es, por encima de todo, personal, pues su verdadero objetivo es la búsqueda del padre. A lo largo el viaje, sin embargo, el niño descubrirá el mundo que le rodea: su organización y su transformación. La búsqueda personal se reconvierte: el niño y, a través de él, toda la película, buscan por lo tanto dos cosas. Por un lado, al padre. Y por el otro, la comprensión del mundo actual.

El título no aparece hasta el minuto siete, lo que pone en evidencia la voluntad de Alê Abreu de marcar la ruptura con el padre: «Quería introducirlo después de la despedida entre el padre y el hijo, en un momento álgido de tensión, crear una ruptura y reforzar el sentimiento de un antes y un después», dice el director. A partir de la separación, nace el viaje en la mente del niño y, de forma natural, aparece el título en pantalla.

  • La Mirada. (Primaria)

La originalidad de la película y de su punto de vista se encuentra en la libertad y en la poesía de la mirada del niño. Su percepción todavía no se ha sometido a la lógica del mundo real, y por eso va navegando según sus sensaciones y su imaginario, totalmente virgen. Todo cuanto le rodea se convierte en un terreno de juego inmenso. La selva, el campo de algodón o el puerto comercial son zonas de juego a su libre disposición. Al no ser consciente de los peligros (caerse de un árbol, pasar de una grúa a otra...), el niño se despreocupa. Las secuencias en las que el niño juega también se caracterizan por la profusión de colores: la selva multicolor, la combinación de diferentes tonos de verde con el blanco del algodón en el campo. Como en un caleidoscopio, la realidad se transforma convirtiéndose en simples formas y colores.

La visión lúdica del mundo se refuerza con imágenes con estilo de videojuego. La selva, por ejemplo, es un juego de plataformas, lleno de obstáculos que escalar y montículos por saltar. Cuando el niño llega a la parte derecha de la pantalla, se produce una transición y el decorado cambia. El realizador se inspira en los primeros videojuegos o en el Tetris para secuencias como la del puerto de mercancías o la de la fábrica de confección.

La mirada del niño sustituye al imaginario de la dureza del mundo. A pesar de la inocencia en la mirada, los colores grises, negros o marrones muestran el miedo del protagonista.

Aunque el niño no entiende el mundo que le rodea, sí que percibe a la perfección su dureza. Alê Abreu crea los diálogos en una lengua imaginaria…Demasiado pequeño para entender el significado de las discusiones de los adultos, solo percibe sonidos, pero es perfectamente consciente de la situación dramática de su familia. No necesita descifrar el mundo ni intelectualizarlo para sentir la tragedia que se les viene encima.

Esta misma idea se refleja en el uso de la escritura. La mayor parte de las veces, las letras están invertidas y son difícilmente legibles el niño aún no sabe leer. Para él, las letras son simples signos gráficos, significantes sin significado.

  • El(los) Niño(s). (Primaria)

La película sorprende por su estructura narrativa, que escapa de los cánones clásicos de las películas para niños.

El final de la película juega con una doble lectura, ya que los dos personajes a los que el niño conoce en su viaje (el viejo recolector y el joven tejedor) son representaciones de sí mismo en otras épocas de su vida. No hay moraleja ni final optimista: al final de la vida, sólo permanecen la soledad y la nostalgia; la despreocupación inicial se convierte en tristeza, en invierno.

El niño también está dibujado de forma muy esquemática. Físicamente, su interior es una sucesión de formas concéntricas y de colores vivos. Al final de la película, se oye el latido de un corazón, que luego se detiene.

Alê Abreu va dando pistas a lo largo de la película para que la revelación final, el momento en el que el espectador se da cuenta de que el niño, el joven y el anciano son el mismo personaje, sea natural. Por ejemplo: la camiseta roja y blanca y el pantalón negro visten tanto al joven como al anciano El anciano lleva el gorro multicolor que su madre le regaló el día de su partida. El poncho, también multicolor, que fabrica clandestinamente el tejedor en la fábrica, sigue abrigando al anciano La maleta marrón juega un papel más determinante, ya que acompaña al personaje a lo largo de toda la película y, por lo tanto, de su vida.

  • Las huellas de la ausencia. (Primaria) 

Es mucho más importante el vacío que deja el padre que lo que realmente le sucede. La ausencia que acompaña al muchacho a lo largo de toda su vida queda representada sutilmente por Alê Abreu, a partir de la fuerza de las imágenes y de los sonidos.

El chico, que se queda con su madre, se ve obligado a vivir en una casa donde todo le recuerda a su padre. El jardín guarda las huellas de su trabajo en la labranza (40), la colina aún conserva en la memoria una puesta de sol compartida (41), el momento de la comida remite los tiempos en los que el padre se sentaba con ellos a la mesa. Los recuerdos son mágicos, pero a la vez crueles, pues implican la posterior vuelta a la realidad.

El recuerdo del padre también es musical, ya que se enlaza con el fondo suave y melancólico de la flauta. Alê Abreu utiliza la melodía de forma clásica: cada vez que suena la música, vuelve el recuerdo del padre.

De forma original, las notas de la melodía quedan materializadas en pequeñas burbujas de color naranja. El cineasta utiliza la correspondencia entre el sonido y el color en otras secuencias, pero con las notas de la flauta logra traducir poéticamente la búsqueda imposible del padre.

Las burbujas vuelan y desaparecen lentamente, como un recuerdo furtivo. Y este juego, cruel, vuelve a empezar cada vez que suena la música. Las notas naranjas que anticipan el carnaval permiten comprender mejor al personaje: si le encanta la música, es porque el recuerdo de su padre precede siempre a cualquier melodía.

 

  • El mundo. (Secundaria y Bachiller) 

Al igual que el personaje, la película parte de un viaje con un objetivo personal y conduce al descubrimiento del mundo. Este despertar simboliza la toma de conciencia política que crea el paso a la edad adulta.

A través de los ojos del niño, el cineasta crea un distanciamiento irónico entre la realidad y lo que percibe, inocente y poéticamente, el niño. El viaje del niño también se convierte en la travesía económica, histórica y política de un país de Latinoamérica que podría ser cualquiera, pero de clara inspiración brasileña.

  •  El progreso. (Secundaria y Bachiller)

El lema de Brasil (Ordem e Progresso) se convierte en la fuente de la que beben el cambio de la sociedad y su impacto devastador. De forma paulatina El niño y el mundo se convierte en una película política: la mirada de un niño sobre un país (el niño y Alê Abreu), sobre la evolución de su patria. El lema inscrito en la bandera se retoma, además, cuando los barcos mercantes se llevan la materia prima.

Siguiendo la cadena de producción, la película también muestra la modernización. El modelo artesanal (recolección manual) da paso a la organización industrial (la fábrica) que le sigue el juego a la globalización. La confección queda deslocalizada y vista de forma futurista, sin trabajadores, y otorga un aspecto misterioso, clandestino y despersonalizado a la producción. A continuación, la multinacional compra la fábrica (una multinacional cuyo logotipo es un águila negra, lo que supone la llegada de la automatización (el elefante).

El destino del personaje se mezcla con el de otros muchos. La ciudad fue al principio una promesa de trabajo y de riqueza que provocó un éxodo rural importante (en dos generaciones: la del padre y la del hijo). Ahora, expulsa a sus habitantes, crea desempleo en masa y conduce a la revuelta social. 

  • El orden. (Secundaria y Bachiller)

En El niño y el mundo, como en la bandera brasileña, el orden y el progreso caminan juntos, de la mano. El orden proviene del poder oficial y militar, que impone la modernidad y la industrialización, aunque no beneficie al pueblo. Representado en negro, con líneas rotas y movimientos rectilíneos, el orden se opone gráficamente al pueblo, simbolizado por el color y la diversificación. 

  • Las consecuencias del progreso. (Secundaria y Bachiller)

El realizador muestra diversas consecuencias de la transformación de Brasil, como la deforestación, la contaminación, la estandarización de los modos de vida, el papel de los medios de comunicación, del deporte (67) y del consumo. Esto se enfatiza en la secuencia de imágenes documentales que cambian la narrativa animada.

La película muestra la deforestación de la selva amazónica con imágenes documentales. El dibujo de la animación (en soporte de papel con base de madera) arde. Los colores vivos de Brasil, de su selva, se consumen y dan paso a imágenes brutales, sombrías, de un realismo frío Con ese cambio de estética, el niño y los espectadores dejan, bruscamente, de volar con la imaginación. Además, el campo de juego donde reinan la inocencia y los sueños, se convierte en un parking gigantesco.

Trabajar en una cadena de fábrica, detenerse con el sonido de la sirena, tomar el autobús lleno hasta los topes y volver a su minúscula vivienda: es la rutina del joven tejedor, de sus compañeros de trabajo y de la mayoría de los habitantes de la ciudad. Al volver a casa, el joven mira la televisión, que difunde la misma información a todas las casas, tras comerse un plato enlatado (72). La lata de conserva, símbolo de la vida envasada y urbana, es representada por Abreu en la fachada de la casa.

La comparación es simple: el habitáculo es estrecho, como una lata, y está decorado con los mismos muebles para todo el mundo. El personaje vive también enlatado.

Alê Abreu ve a los medios como el último eslabón de la cadena capitalista, ya que articulan el discurso oficial, haciéndolo llegar a todos los domicilios. Los medios desempeñan un papel que beneficia al poder público y económico. Tras las amplias sonrisas de los presentadores del informativo, se oculta la mentira. El niño ha visto cómo el ejército disparaba a la multitud; en cambio, en la televisión, el ejército aparece como un protector de los manifestantes. En cuanto a los militares, las cámaras del noticiero muestran a un personaje muy parecido a Pinochet. La información pasa rápidamente a temas menos importantes: el resumen de un partido de fútbol y un desfile de moda. Alê Abreu no elije esos temas por casualidad. El fútbol es el desahogo oficial, un espacio en el que la ira del pueblo se puede expresar de forma controlada, ya que tiene lugar en espacios previstos (estadios). Y la moda representa la última etapa de la cadena económica de la industria textil.

También se reflexiona sobre el papel de la publicidad, omnipresente en el espacio visual urbano.

Cuando proceden de los medios y de la publicidad, los colores vivos son engañosos. El cineasta distingue claramente entre los colores naturales y los artificiales. Los primeros están ligados a la despreocupación, a la naturaleza y al juego, y los segundos actúan como verdaderas trampas. El rosa de las tiendas de ropa o de los estadios o las luces amarillas de las viviendas son falsos placeres. Como el fuego artificial que ilumina la ciudad y da una imagen de fiesta: en cierto modo, una visión de Disney. En realidad, con los fuegos artificiales, Abreu critica a las películas de animación de «entretenimiento que se aleja de la realidad». El director ha querido «hacer el camino inverso» de esas películas.

  • La esperanza. (Secundaria y Bachiller)

La descripción del torbellino del progreso termina con un plano de fuerte sentido simbólico: el niño se coloca sobre los raíles y mira fijamente a los espectadores. Durante unos segundos, parece que la película se detenga. Así, el protagonista se posiciona en contra del avance destructor del progreso y responsabiliza directamente a los espectadores.

El niño y el mundo es por encima de todo, una crítica severa al capitalismo. El cineasta, procedente de movimientos sociales, dibuja polos de resistencias.

Dado que solamente halla a dobles de sí mismo, el personaje recorre la película en la más absoluta soledad. Al revés que en las películas de viajes o en las narraciones iniciáticas, el niño no conoce a nadie. No hay ningún alter ego, un personaje femenino, un mentor o un enemigo. Alê Abreu prefiere la pertenencia a la multitud antes que el encuentro individual.

La música también desempeña un papel determinante: «las músicas de protesta están en el origen de la película» explica el realizador. De forma muy pensada, el cineasta ha elegido a músicos que crean música de una forma distinta a la habitual. Percusionistas famosos, como Nana Vasconselos o Barbatuques, pasando por GEM y el rapero Emicida, reflejan la voluntad de producir sonoridades originales y no convencionales.

Trabajando con objetos insólitos como los desechos, usando el cuerpo como percusión, los músicos crean un todo sonoro totalmente coherente con las imágenes..